Me encuentro a dos pasos del anfitteatro, a dos pasos de la vereda,
al paso con un viento remoto.
Se deja entender una ventisca de asperidad y mucho aire seco.
Me hallo, a dos pasos de la pirámide insospechada.
Me hallo al quebranto de los aclarantes grosores de arena.
Tan cuspide la arena como tan alto el mar.
Lo enigmático de una cuspide recae en la mera pensatividad de lo que no ha de ser temido en pleno pensamiento.
Lo enigmático ico de un lugar que reboza de 'salopes' mas montañas que 'salopes'.
Tan de pronto en la mira un acercamiento en la deslizante cuspide, inclinación de tres rocas. la primera, la áspero, la segunda, la de rio, la tercera la del cielo.
Hallarse en un lugar en la claridad de una cuspide.
con un baston en la mano.
La mirada es tan solo el acercamiento de una secuencia de la memoria. .
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